Wednesday 4 May 2011

Martes 03-05 *De compras en Amsterdam


Hoy volví a tomar coraje y me animé a ir sola a Amsterdam.

Me llevó Onno hasta Purmerend y de allí (con algunos errores fácilmente solucionados) encontré la estación terminal del bus que me llevaría a destino.

Viaje sin contratiempos y bajada en el lugar correcto (frente a la Centraal Station).


Allí me encontré con un grupo de turistas alemanes con un guía, que miraban la Iglesia de San Nicolás . Eso me hizo sentir una real triunfadora, porque en mi mapa figuraba ese destino entre mis referencias!!!

Continuando con mi éxito, busqué un nombre de calle que coincidiera con mi mapa… Eso ya se hizo un poco más difícil…, pero guiándome por el dibujo de las callejuelas, me mandé por la primera que encontré muy confiada en que me llevaría hasta otra calle más importante.

A poco de andar me di cuenta que la curvatura de esa calle no era la que yo intentaba para mi recorrido, de modo que volví sobre mis pasos dispuesta a tomar hacia “el otro lado” (pero ¿cuál era el otro lado?). Decidí tomar otra callejuela, cuyo nombre sí figuraba en mi mapa, pero la tomé hacia la izquierda… Yo debiera adquirir el hábito de ir siempre hacia la derecha…, me parece que de esa forma me perderé un poco menos…

A medida que avanzaba por esa nueva callejuela, el olor a marihuana se hacía cada vez más intolerable; las vidrieras eran de venta de pipas y elementos para fumar. Había también tatuadores… Ese no era mi camino, indudablemente… Pero continué hasta el final de la calle tratando de encontrar algún nombre que me ubicara en concordancia con mi mapa. Así llegué a un puente sobre algún canal, al que supuestamente no tenía que llegar… De modo que volví sobre mis pasos, un poco más ubicada en el mapa, esperando encontrar una curvita salvadora… La encontré!!! Seguí por allí y pasé por el mismo lugar por donde habíamos pasado con Leti en la primera visita a Amsterdam, con los negocios de las pizzas grandotas.

A partir de ahí la cosa comenzó a estar más clara… Iba derechito hacia el puente del otro lado, el que me llevaría sin dudas al negocio que estaba buscando.

Lo de derechito es una manera de decir, ya que en esta ciudad no hay NADA DERECHITO. Pero bueno, era cuestión de tratar de no apartarme de esa calle y llegar al puente.

Llegué al puente y sólo quedaba verificar que ésa era la calle que buscaba. Obviamente, NO LO ERA… Pero esta vez la cosa no era grave: simplemente se trataba del puente anterior al que yo buscaba. En mis vueltas había hecho una especie de retroceso, de modo que llegué al canal, pero un poco más atrás…

Finalmente encontré la calle y el negocio de las lanas “de Afstap ”.



La zona donde se encuentra este negocio es muy bonita. No tiene nada de similar a la de los sex shops y Red Light District. Es una zona residencial, paqueta, con negocios muy lindos y de categoría.




A ambos lados del Canal Singel corren las Avenidas Singel (ésa sí que es una buena idea!!!!!!), sobre la cual había barcitos con gente tomando sol, disfrutando de la tarde preciosa.


Sobre ese puente (Torensluis) había una estatua de Multatuli, que encontré en Google que fue un escritor del siglo XIX. Es el más ancho de los más de 1300 puentes de Ámsterdam, con 42 metros, y también el más antiguo: fue construido en 1648.



Habíamos quedado con Leti en encontranos en la confitería del Shopping Magna Plaza y, aunque era temprano, decidí volver hacia ese lado para no correr riesgos.




Caminé un rato por el Shopping y por la Plaza Dam y luego terminé en la calle Kalverstraat, que es la comercial por excelencia.

Allí me pasé el resto del tiempo visitando muchos lugares enormes, tipo Zara (había Zara también), de 3 pisos, con enorme variedad de marcas para hogar, niños, mujeres y hombres. La ropa no es barata para nosotros, salvo que esté de oferta. Las zapatillas de la misma marca deben estar más del doble que en Buenos Aires. Un buen buzo no baja de 100 euros (casi 600$). Las cosas de perfumería son sumamente caras, calculo que 3 veces el precio de Baires.

Finalmente nos encontramos con Leti, tomamos un café con leche y volvimos al Singer (vereda izquierda).



El canal Singel es el primero de la serie de canales que rodea al centro histórico de Amsterdam y el más antiguo; en tiempos medievales constituía el foso de la muralla que rodeaba la ciudad originaria. A partir del siglo XVI, cuando las murallas fueron derribadas y la ciudad comenzó su expansión, pasó a ser el límite entre el Amsterdam medieval y la nueva urbanización. Al principio era el canal que permitía el ingreso de mercancías a la ciudad; posteriormente se convirtió, como los demás, en zona residencial, y se rodeó de hermosas viviendas donde residían los comerciantes más ricos (sic).

Caminamos hacia el Bloemenmarkt (Mercado de Flores). En el camino descubrimos que sobre esta avenida hay muy lindos hoteles (cerca de la Centraal Station hay hoteles muy grandes y en el medio de los barrios de marihuana hoteluchos muy feos). Es una zona muy tranquila, a orillas del canal, con una vista preciosa, con edificios de frentes conservados y con el interior reconstruido con todas las comodidades.

Leti me comentó que a ella le gustaría vivir en Amsterdam, pero que estas zonas son muy caras, vive gente con mucho dinero, y además sería imposible tener un jardín, cosa que para ellos parece ser importante… (ver post http://miviajeparaveraleti.blogspot.com/2011/05/domingo-01-05-jardineria-en-zobeemster.html).

Pasamos frente a otra iglesia que no tengo en mi guía, para finalmente llegar al Mercado. Los puestos estaban cerrados en su mayoría, pero había 3 ó 4 abiertos así que estuvimos investigando precios y posibilidades para que pueda llevar algunos bulbos y no me los confisquen en la aduana…




Luego pasamos por la Universidad de Economía, donde Onno cursó sus estudios, para finalmente volver a la Centraal Station, cruzarla completamente y salir por la parte de atrás, donde tomamos el bus 100 hasta Purmerend.



Pero antes de eso, obviamente, tuvimos que volver a pasar por la zona roja, donde pude tomar fotos ya con las luces encendidas (anochecía). Es sabido que no se pueden tomar fotos. Esta la tomé porque estábamos un poco “afuera” de la zona propiamente dicha, pero aun así Leti me dijo que en la ventanita había una persona que se dio cuenta y cerró las cortinas.




Para salir a la Centraal Station atravesamos 2 callejuelas tan estrechas que en una de ellas tuvimos que ir en hilera india, porque no cabíamos las dos a la par… La gente no se detiene, sólo camina. Supongo que alguno que otro debe entrar…




Este es el cartel de un hotel en la calle donde se venden “los artículos”, que tiene la leyenda “habitaciones para 2-3-4-5 personas. Limpio y sencillo. 24 horas open”…



2 comments:

  1. Hola Virginia.
    Estoy tomando nota de todo lo que expones en este blog porque voy a hacer un viaje similar en agosto. Antes tengo que recuperarme del viaje a Argentina (je,je,je). Supongo que también habras hecho "compritas" y nos mostrarás tus adquisiones.

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  2. Hice algunas "compritas", no muchas, porque para nosotros Europa es caro... Pero siempre hay que llevar algún recuerdito (aparte de las fotos), jajaja

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