Friday 6 May 2011

Viernes 06-05 *Mercado de quesos de Alkmaar


Leti hoy no trabajó y me llevó a conocer Alkmaar, donde todos los viernes de abril a setiembre funciona el mercado de quesos más importante.


Si bien el mercado comienza a las 10 de la mañana, el trabajo empieza mucho más temprano. Camiones cargados de queso llegan a Alkmaar desde las fabricas de Campina y Cono. Entonces los ponedores comienzan a colocar los quesos bajo la supervisión del maestro del mercado. Unos 30.000 kilos de queso Gouda y Edam, más de 2000 unidades en total son dispuestos en la plaza en largas filas.



Durante este proceso los inspectores deben verificar que cada una de las piezas tenga buen aspecto de lo contrario el mercado perdería poco a poco su reputación.


Nosotras sabíamos que los portadores deben estar en la plaza a las 09:45, de lo contrario serán inscritos en el "tablón de la vergüenza" y deberán hacer frente a una multa. Hasta las 10 de la mañana, en que da comienzo el mercado, el "padre del queso" da una pequeña charla a los portadores, en la que les indica cuánto queso hay en el mercado.


Lamentablemente, entre alguna demora nuestra y luego la dificultad para encontrar un lugar para estacionar, no pudimos ver la ceremonia inaugural y luego tampoco podíamos encontrar buena ubicación para ver el desarrollo, por lo cual decidimos dar una vuelta por los alrededores y volver a las 11.30 en que se iniciaba la segunda sesión de la ceremonia.


Durante el paseo tuvimos la oportunidad de ver cómo se levanta el puente para dejar pasar el barco de paseo y luego vuelve a bajar:




También pensé, en esa recorrida, que en esta zona no debe haber gente que sufra de reumatismo... Vean sinó cómo están las casas tocando el agua...


A las 10 de la mañana se oye una campana, es la señal por excelencia del inicio del mercado. Una vez que el mercado ha comenzado los inspectores del queso realizan una parte fundamental pero poco visible: comprobar de nuevo el estado del queso. Cada pieza se golpea y se extrae de ella una pequeña porción que servirá para comprobar tanto su textura, como su olor y su sabor.



El mercado del queso es un mercado en el que se negocia el precio de cada kilo de queso, lo que se hace mediante el regateo, a veces (dependiendo de la calidad del queso) se tarda más o menos tiempo en acordar un precio. Cuando esto sucede ambas partes chocan las palmas de su mano como señal de la venta del queso. Conocido como el handjeklap, es la manera que tiene el mercado del queso de Alkmaar de firmar el contrato de venta.

Una vez producida la venta el queso es transportado por los portadores al Edificio del Peso Público (Waggebouw). Lo hacen andando de una manera curiosa, esto se debe a que cada uno de los quesos que se apilan en las andas pesa más de 13 kilos por lo que el peso que suelen cargar los portadores es enorme.


Una vez en el Waggebouw, el maestro de la pesa, ante la atenta mirada de un funcionario del ayuntamiento de Alkmaar, pesa el queso en una de las 3 basculas con las que cuenta. Tras comprobar que el peso es el correcto, se sellan las andas de queso y el trato queda completamente cerrado.


Entonces los portadores llevan el queso de nuevo hasta el exterior, y en la plaza el queso está listo para que sea cargado en carros con los que son transportados hasta los camiones.


Durante todo el desarrollo de la ceremonia, una señora daba las explicaciones en holandés e inglés y entre las cosas que comentaba dijo que en la actualidad, como en el pasado, ser portador de queso es todo un honor. Aún al día de hoy se mantienen muchas de las tradiciones que imperaban en tiempos pasados. El reglamento interno se sigue a raja tabla, por ejemplo: se siguen poniendo sobrenombres a cada uno de los portadores, una tarea que debe realizar el padre del queso.

Entre las normas a las que están sujetos los portadores está no decir palabrotas si un queso cae de las andas o no fumar o beber alcohol durante la realización del mercado.


Pero eso no impide que tengan buena relación con el público y que hagan pasear a los niños en sus transportes de queso:


O que hagan participar a alguno de los hombres forzudos presentes, dispuestos a probar el enorme esfuerzo de llevar esa carga:


El gremio de Alkmaar de los portadores de queso es responsable de mover y de pesar el queso durante el mercado de queso del viernes. El gremio consiste en cuatro grupos (vemen) de siete hombres cada uno. Cada veem tiene su propio color: rojo, amarillo, verde o azul. El jefe de los cuatro vemen es el "padre del queso" o el supervisor.



Como muestra de su oficio, el padre del queso (Kaasvader) lleva un bastón negro con un adorno de plata y el escudo de la ciudad de Alkmaar, además de vestir un sombrero naranja.

Los portadores del queso (Zetters) usan el traje tradicional: un juego blanco de pantalón y camisa y un sombrero de paja con una cinta en el color de su propio veem.

A las 11:30, puntualmente, estuvimos nuevamente en el Mercado de Quesos, pero nos dimos cuenta de que nuevamente estábamos sin lugar para ver de cerca la ceremonia... Hasta que Leti descubrió un huequito para ubicarme y de pronto uno de los Zetters, muy simpático, se acercó para dejar pasar del otro lado de la reja a un par de niños (supongo que serían conocidos suyos...). Leti, ni corta ni perezosa, le preguntó si no podía dejar pasar a "mijn moeder, que está con bastón..., para poder estar sentada"... El señor rápidamente accedió y así fue como pasamos las dos y pudimos ver todo de cerca y sin obstáculos!!!


Fue una fiesta única. Si…, ya se…, van a decir que son varias las fiestas únicas…, pero la verdad es que si, son únicas… Además, el tiempo sigue acompañando este viaje y el sol brilló desde la mañana haciendo que todo pareciera más luminoso. Había tanto, pero tanto queso que creo que nos empachábamos hasta por los ojos… Leti y yo somos super queseras…

El tiempo que nos sobró lo aprovechamos para recorrer esta ciudad que es muy importante. Tiene un centro comercial con muchos comercios, lindas tiendas, confiterías, primeras marcas y, por sobre todo muchos negocios de venta de QUESO…


Había un negocio de venta de bicicletas y aproveché para tomar algunas fotos de algunas, que me parecieron interesantes para mostrar cómo se usan aquí para llevar varios niños y muchas cosas…



Otra cosa llamativa es que entre tanta gente (turistas y locales) vi solamente una persona negra... (hay que tener en cuenta que en Amsterdam hay una gran población negra, lo mismo que en París y en Purmerend también hay muchos).

En el viaje de regreso vi unos molinos tan lindos que no pude resistir la tentación de registrarlos:




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