Sunday 1 May 2011

Sábado 30-04 *Queen's Birthday

Koninginnedag.

Qué lindo día pasamos…, por favor!!!

Un amigo de Onno, Paul, tiene un bote no lejos de aquí, cerca de su casa de fin de semana. Bien temprano fueron ambos a buscarlo para poder entrar en los canales de la ciudad antes que se cerraran los accesos, de modo que más tarde fuimos con Leti en tren a encontrarnos con ellos.

El viaje en tren fue muy diferente del que hice cuando fueron a buscarme a la terminal aérea y del que hice a Hoorn, porque aunque estaban prohibidas las bebidas dentro del tren, todo el mundo llevaba su cargamento de botellas de cerveza y muchos de ellos parecían ya venir con algunas encima. Pero sin ningún disturbio ni rotura de asientos…, sólo cantos, risas y gritos de alegría, cuando se encontraban con algún otro grupo amigo.

Llegamos a Amsterdam Central Leti, la silla y yo… Allí nos esperaba Onno para llevarnos hasta el bote. Las calles explotaban de gente que venía festejando desde la noche anterior y cada tren que llegaba descargaba otro montón de chicos y chicas, todos con adornos color naranja. Las chicas, todas muy arregladas, llevaban guirnaldas, coronas, pulseras, aros, collares, flores, moños, cintos y hasta las uñas pintadas de naranja. Todas tenían algo diferente y bonito. Los chicos también estaban prolijos y tenían remera o algo color naranja y además gorros, coronas, etc.



Una vez que me subieron al bote y subieron también los otros pasajeros,tuvimos el show de Onno atando mi silla de ruedas a la parte trasera del bote (para que no molestara a bordo...). Quedaba muy graciosa!!!

Luego Paul arrancó y comenzamos a recorrer canales, que estaban a full con botes, lanchas, catamaranes, lanchas de las grandes, que hacen el paseo con turistas…, todo vehículo acuático estaba presente. Contaba Onno que la gente se desesperaba por alquilar algo en lo cual poder ver el paseo desde el agua y que los alquileres se reservan hasta con un año de anticipación.



El día estuvo increíble. Sol durante todo el día y casi no soplaba viento, de modo que fue una jornada lindísima.

La gente arriba de los botes hacía su almuerzo. Comían lo que llevaban y tomaban litros y litros de cerveza. En algunos botes grandes vimos hasta barbicue!!!


Muchos de los botes grandes llevaban equipos de sonido y hasta disc-jockey. Mucha música, mucha alegría, mucho canto y baile, mucha corneta. En algunos botes bailaban sobre la proa haciendo equilibrio; no se cómo no se caían.


La chica de las botas caladas se bailó TODO mientras la tuvimos a la vista:


Yo quise incorporarme en un momento dado para sacar una foto desde otra ubicación y me caí inmediatamente… Bueno…, yo no soy muy buen ejemplo de equilibrio, ya lo se…, pero de cualquier modo es muy meritorio lo que hacían esos chicos.

Los puentes que atraviesan los diferentes canales, bajo los cuales pasaban los botes, también estaban llenos de gente que cantaba, bailaba y saludaba a los gritos a los botes que iban pasando.


En algunos puentes había también música y venta de cerveza. Era muy gracioso ver cómo había que empujar el bote de al lado para no chocar cuando querían pasar por debajo de los puentes, porque iban todos amontonados y a paso muy lento.




Esto duró varias horas, recorriendo, cantando, bailando, comiendo. Había muchísima juventud, pero también personas mayores y chiquitines, todos con adornos de color naranja.




De los puentes tiraban ositos de peluche, muñecos, para que las personas de los botes los alcanzaran y los devolvieran, a veces del otro lado del puente. También tenían como cañas de pescar con zapatos, muñecos, pelotas..., para hacer una especie de sortija de calesita. Cuando el bote se acercaba lo hacían bajar, y a medida que el bote podía alcanzar "la sortija" la levantaban...

Hacia la mitad del recorrido, Paul amarró el bote muy cerca de la casa de su hermana y aprovechamos en patota para bajar del barco (subir hacia la vereda) para pedir permiso para utilizar el baño (no como otros...).


Subirme a mi no fue complicado..., con un poco de maña lo logramos. Pero cuando hubo que bajarme nuevamente sobre el bote..., pensé que tendría que continuar el recorrido a pie tratando de no perder el rumbo. No encontraba la manera de agacharme y colocar un pie más abajo de mi cuerpo..., es difícil explicarlo, pero en resumidas cuentas sencillamente NO PODÍA. Entonces decidimos que lo mejor era que me sentara en la orilla (eso puedo) y desde allí me lanzara para que Onno me atajara... Y así volví a mi lugar seguro en el bote.
Pero esta excursión sirvió también para que pudiera conocer cómo son por adentro los departamentos de Amsterdam, porque por la parte exterior se ven bien cuidados y prolijos, pero sumamente antiguos, de modo que yo tenía la idea de que no podían tener detalles de modernidad y confort. Pero me equivoqué porque el que visité era hermoso, amplio, luminoso, con aparatos de calefacción hasta en los pasillos. Tenía un enorme lugar de estar y supongo que el resto de las instalaciones (que no visité porque no habíamos ido para eso) debían ser del mismo estilo: moderno y confortable. El detalle, por supuesto, es que no tiene ascensor.

Cuando terminó el paseo, anduvimos un rato recorriendo calles de Amsterdam, también llenas de gente cantando, bailando, puestos de música y cerveza.


Tanta cerveza se tomaba, que en algún momento había que vaciar el receptáculo...



Recorrimos un poco la zona de venta de artículos de uso “especial”, donde creo que debemos haber dejado la impresión de que se produjo un MIRACLE, porque cuando llegamos a esas magníficas vidrieras, me pude levantar de mi silla de ruedas sin ninguna dificultad y acercarme a ver de cerca qué es lo que se ofrecía.


Luego anduvimos por otra callejuela en la que no pudimos adentrarnos con la silla de ruedas porque estaba demasiado concurrida. Había un cierto olorcillo a señores cariñosos, muy simpáticos y amables, repartiendo miradas y sonrisas por doquier, bailando muy contentos.



Al salir de esa zona Onno les pidió a unos señores también muy amables si no querían posar junto a mi para mostrar sus vestimentas alusivas tan perfectas y aceptaron de buen grado.



Finalmente terminamos en la Central Station, donde tomamos un tren rumbo a Amsterdam Amstel.





5 comments:

  1. qué buena crónica!!! Se me soltó la carcajada imaginándote saltando a los brazos de Onno en el bote!!! Me encanta Virgi todo lo que estás viviendo!!!!

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  2. Lo dudé..., pero no había otra...

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  3. Mami, qué payasa sos! Y cómo te gustan los temas escatológicos. De toda tu crónica pusiste 2 fotos de señores evacuando vegigas! Qué puerca! jajajaja
    Te olvidaste de contar que de los puentes tiraban ositos de peluche para que los barcos los rescataran y los tiraran otra vez para arriba!
    Fue también mi primer Día de la Reina en Holanda. Y fue super lindo que estés vos también.
    Te quiero, mam.

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  4. Bueno..., ahora me doy cuenta de que tengo cierta similitud con una persona que hace años estaba siempre preocupada por saber si su hermana (que estudiaba medicina...) en su trabajo de disección había encontrado o no ciertas partes pudendas...
    Yo también te quiero Le... y no voy a olvidar éste, tu primer Día de la Reina (aunque yo pareciera la Abuela Reina!!!!!)

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  5. Ya está agregado lo de los ositos...

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