Miércoles 18-05 *El Jordaan

Otro día feo. No llueve, pero es casi como si lloviera porque el cielo está cubierto totalmente. Parece un día de invierno (aunque Leti dice que yo no tengo idea de lo que es el invierno).

Son las 8 de la mañana. En Buenos Aires son las 3 de la mañana. En 2 semanas estaré llegando a Guarulhos (si no me fallan los cálculos y si no pierdo la conexión en París…).

Hoy tengo nuevamente programado un paseo con Nelly. Lamentablemente otra vez será sin sol… Por suerte fueron muchos los días lindos que tuvimos hasta el fin de semana. Todos dicen que fue un tiempo inusual, que normalmente en esta época no hace demasiado frío, pero que no se ve el sol tan constante.

Hace unos días estábamos conversando con Leti acerca de la fiesta del Queen’s Birthday y ella me explicó que en realidad no se festeja el cumpleaños de la reina Beatriz (la actual monarca) sino el de su madre Guillermina. Hace muchos años se comenzó a festejar ese día y a su muerte continuó recordándose ese día como la “Fiesta del cumpleaños de la reina”.

Bueno, ahora son las 10 de la noche, así que les contaré del paseo de hoy.

Nelly pasó a buscarme a las 10:30, puntualmente, y me preguntó a dónde prefería ir. Como tenia que hacer una compra de último momento en Amsterdam, le pedí que fuéramos para allá. Aclaro lo de “último momento”: para mi, estar a 12 días de mi regreso significa que las valijas ya deben comenzar a cerrarse, por lo que no pienso comprar más nada (salvo que surja alguna otra oportunidad lanera…).

No es aconsejable ir a Amsterdam con coche porque no existe un lugar para estacionar sin cargo y el costo del aparcamiento es elevado (lo mínimo: 5 euros la hora). Tampoco podíamos dejarlo en Purmerend y tomar allí el bus porque dejarlo sin cargo allí es sinónimo de caminar por lo menos 1 km…, de modo que fuimos a dejar el coche en la puerta de su casa (Middenbeester) y tomamos el bus a Amsterdam.

Los paseos con Nelly son fantásticos. Es como tener una historiadora guía personal… A veces me cuesta un poco entenderla… Cuando no “pesco” de entrada el tema del que me va a hablar…, quizás erre el camino y me vaya para cualquier lado y luego, retomar…, es complicado. Pero Nelly tiene tanta paciencia y le gusta tanto explicar, que para ella eso no es inconveniente.

Durante el trayecto estuvimos charlando acerca de las diferencias que existen entre nuestros países con respecto a la maternidad y sus cuidados. El alumbramiento no se produce aquí en el hospital sino en la casa, pero por supuesto es asistida por el profesional correspondiente. Luego del parto, la mamá se ocupa de “descansar”. Siempre tiene una persona para ayudarla con el bebé, mientras la necesite. Nelly me contaba que cuando tuvo a su primer hijo tuvo una persona permanentemente acompañándola durante un mes. Con el segundo parto estaba más canchera y no necesitó tanto tiempo de ayuda.

Después del bus que nos dejó en la Station Centraal tomamos un tram que nos llevó a la entrada de “El Jordaan”.

Aquí me gustaría acotar que llegar a Amsterdam en bus es sencillo: apenas se avista la Station Centraal, el pasajero toca el timbre (desde su asiento) y se baja, pero una vez allí, la maraña de tranvías es mortal… Creo que ni siquiera los holandeses parecen sentirse muy hábiles para encontrar el que les corresponde. Es una verdadera telaraña de tranvías que van por diferentes vías y en sentidos contrarios.

Tuvimos que caminar bastante tratando de encontrar cuál era la parada de uno que nos llevara a destino. Todo está muy bien explicado, con los números de plataforma, horarios, etc., pero son tantos y tan frecuentes las salidas que es complicado realmente. Cuando el destino es relativamente corto las opciones de líneas son varias, pero ¿cuál es el que saldrá primero? Si se elige el número 1 es probable que lo encuentre en plataforma 4…, entonces hay que buscar la plat. 4…, pero a lo mejor el 1 sale un poco antes de la plataforma 8… y ¿dónde está la plat 8? Una plataforma de la otra está separada por cierta distancia, entonces la elección no es tan sencilla… No paran todos en el mismo lugar, uno detrás del otro, sino en plataformas diferentes...

Otra situación con la que nos encontramos los viajeros de este tiempo en Amsterdam es la construcción de una ampliación de la red de subterráneos, lo que produce un ruido infernal. El motivo es la colocación de postes enormes, muy profundamente introducidos en el suelo. No olvidar que todas las construcciones deben tener un basamento de maderos pues el suelo es muy frágil y movedizo.

Finalmente encontramos el tram elegido y en él llegamos a destino.

El Jordan es un barrio que se encuentra separado de la parte más comercial y turística de Amsterdam por uno de los canales (anillos). En sus orígenes fue el lugar donde vivía la gente con menos recursos, ya que el centro de Amsterdam estaba ocupado por gente pudiente, comerciantes, dueños de barcos. La gente más humilde era ubicada en parte exterior de ese canal. Poco a poco la estructura del barrio fue cambiando. Cada vez había menos lugar en la zona central y las familias adineradas preferían edificar nuevos casas un poco más retiradas, de modo que se fue convirtiendo en un lugar residencial de más categoría. En la actualidad, las fachadas se conservan en la forma original, pero en interior se adecúa a la modernidad.

Se extiende algo más de 2 km y es un laberinto de pequeñas calles que dan a esta zona su especial atractivo. Sobre todo tiene fama por sus jardines escondidos (sofje), que antaño se utilizaban para tender la ropa o blanquearlas al sol y de los que no les gusta hablar mucho para que no pierda su encanto con el llegar de los turistas.

Este es un barrio característico de Ámsterdam; su nombre procede de la palabra jardín, algo bastante probable si nos percatarnos del nombre de algunas de sus calles, referentes a flores o plantas.

Muchos de los edificios son auténticos monumentos. Este barrio tiene fama de haber acogido a refugiados políticos y religiosos, algunos de ellos, personajes históricos como Descartes.

También se puede encontrar el Homomonument, inaugurado en 1987: un tributo escultural que se adentra en el canal dedicado a las personas gay asesinadas por los Nazis y a todos aquellos que sufren discriminación por su orientación sexual.




Comenzamos caminando a orillas del canal Prinsengracht, que según me contaba Nelly, es el más extenso y más modesto de los canales de Amsterdam, y por este motivo es tal vez el más acogedor. Bordeado de antiguos talleres, almacenes, viejas iglesias. Fue bautizado "canal del príncipe" en honor a Guillermo de Nassau, príncipe de Orange. En el tramo que continúa al otro lado del río Amstel recibe el nombre de Nuevo Prinsen-gracht.


Aunque no hay en el Prinsengracht residencias muy suntuosas como en el Herengracht (Singel) y los canales más céntricos, en su recorrido se encuentran algunas de las atracciones más interesantes de Amsterdam.

Visitamos la Westerkerk, una antigua iglesia protestante, enorme. Esta iglesia comenzó a construirse en 1620 y tardo en terminarse cerca de 18 años. La torre tiene una altura de 85 metros y es la más alta de Ámsterdam.


Y es aquí donde por primera vez se pudo ver en esta ciudad el símbolo de las “tres equis” “xxx”, el escudo de armas de Maximiliano I otorgado por las ayudas económicas que recibió de los Amsterdameses. Ese símbolo puede verse en muchas partes, inclusive en los pilotes ubicados en ciertas veredas creo que para impedir el estacionamiento de autos.

Lo más destacable de esta iglesia son sus órganos barrocos. Cuando entramos estaban haciendo la afinación de uno de ellos y el sonido era impresionante.

La presencia en una tumba colectiva donde se encuentran los restos de Rembrandt atrae cada año a muchos turistas. Asimismo, en el piso se pueden ver inscripciones correspondientes a las familias que están enterradas bajo el piso de la iglesia. También hay una placa que recuerda que fue allí donde pasó semanas en el exilio el filósofo Descartes.

Otra cosa interesante es lo que podemos ver reflejado en las siguientes fotos:



La Zarza de Fuego, donde muchos visitantes colocan una velan encendida.


Y aquí una réplica de la torre de esta iglesia:


A medida que se avanza por el canal se ven numerosos botes amarrados, convertidos en casas flotantes. Uno de ellos es el Museo Casa Flotante (Woonbootmuseum), acondicionado sobre un barco llamado Hendrika María, que permite apreciar cómo es la vida "sobre el agua". Más de 2400 viviendas flotantes tienen permiso para estar ancladas dentro de los canales de Ámsterdam.

Se trata de unas casas que surgieron tras la 2ª Guerra Mundial por la escasez de viviendas y la modernización de la flota holandesa que dejo disponible cientos de cargueros. Fueron los hippies los que empezaron a idear estas casas flotantes y a vivir dentro de los canales, aunque hoy su precio no está al alcance de todos los bolsillos.

Avanzando un poco más nos encontramos con la casa de Anna Frank.

Anna Frank en sus memorias habla de la compañía que le hacían las campanas de la Westerkerk, por lo que debe andar cerca el que fuese refugio durante algo más de 2 años de Ana, su hermana, sus padres y la familia Pel, a los que se unió otra persona más, un dentista. Durante ese tiempo Ana escribió un diario que es el que narra sus vivencias durante el tiempo. Después de la detención de la familia Frank, un amigo encontró el diario que ya ha sido traducido a 50 lenguas. Su título original es “La casa de atrás”. Una casa que se salvo de la demolición por muy poco, dado que al principio el nombre de Ana Frank era apenas conocido.

Es impresionante ver la cantidad de gente interesada en conocer este museo:

El Achterhuis (neerlandés para "casa trasera") o Anexo Secreto — como es llamado en el Diario de Ana Frank— es la extensión trasera del edificio. Estaba oculto a la vista por casas en los cuatro lados del patio interior. Su aislada posición lo hacía un lugar ideal para que Otto Frank, su esposa Edith, sus dos hijas (de las que Ana era la menor), y otras cuatro personas judías, buscaran refugio de la persecución Nazi. A pesar de que la cantidad total de piso habitable eran sólo 46.45 metros2), Anna Frank escribió en su diario que era relativamente lujoso comparado con otros escondites de los que habían escuchado. Permanecieron escondidos aquí por dos años y un mes hasta que fueron traicionados de manera anónima a las autoridades Nazi, arrestados, deportados y muertos en campos de concentración. Del grupo que se escondía, sólo Otto Frank sobrevivió a la guerra.

Otra cosa muy interesante que visitamos fueron los “Patios interiores”

No se debe armar alboroto para visitar estos jardines privados, que se mantienen abiertos durante gran parte del día. Se trata de patios interiores a los cuales dan las entradas de varias viviendas privadas. La puerta de acceso está cerrada; no hay ninguna inscripción en ella que muestre que se trata de un lugar de acceso público. Unicamente quienes conocen de su existencia pueden encontrarlos. Son patios con plantas, macetas, fuentes, mesitas y bancos, estatuas… Como si fuera un jardín al público, pero en el que sólo se puede mirar, no hay permiso para permanecer mucho tiempo ni sentarse. Sí se pueden tomar fotografías, pero no hablar en forma estridente pues molestaría a los ocupantes de las casas.

Recorrimos varios; algunos más sencillos y otros verdaderamente lujosos. Es algo realmente extraño que siendo de acceso libre no se puedan utilizar… Dicen que de su existencia no se comenta mucho, justamente para que no se altere su tranquilidad.

Estando dentro de uno de ellos, Nelly me hizo notar la diferencia que existe en el acceso a las viviendas: algunas tienen escalinatas hacia un lado (el acceso es lateral) y otras tienen dos escalinatas (una hacia cada lado lateral). Dice que es una manera de mostrar la opulencia del dueño… si sólo tenés una escalinata…, no cuenta para mi búsqueda de millonario vacante…, pero si tienes dos escalinatas…

Otra curiosidad: Cruzando un puente nos encontramos con una confitería en la parte superior de la cual se exhibe la cabeza de un caballo… “¿Qué es eso?” pregunté… Es un homenaje a los bomberos, que en una oportunidad, saliendo del cuartel que se encuentra en la orilla opuesta del puente para ir a apagar un incendio, cruzaron el canal y uno de los caballos que arrastraban el carro se desbocó e ingresó en el local…

Nos adentramos un poco en el Jordaan, hacia las calles interiores, pequeñas, casi intransitables, con algunos negocios muy exclusivos y caros. Me llamaron la atención algunas calles con viviendas características como éstas, que tienen en la fachada una especie de “tenders” donde se cuelga la ropa para secar…

Luego vimos fachadas en las cuales la figura superior muestra un oficio (carpintero, herrero, etc.). El origen de esas figuras deriva de que en aquel tiempo las casas no tenían número, entonces, asi como algunas tenían el nombre de la familia que la habitaba, éstas tenían el nombre del oficio de quien vivía allí. En esta zona también encontramos un jardín interior, en el cual había 2 baños públicos (no se si funcionarán en la actualidad).

Finalmente volvimos a cruzar puentes hacia un lado y hacia el otro y dimos con la famosa “calle más angosta”

Algunos dicen que la más angosta está en el Barrio Rojo (la visitamos con Leti), pero para mi, ésta es más estrecha aun.

Anduvimos recorriendo los alrededores del Singel Canal también.

Este es uno de los canales más importantes de Amsterdam. En el siglo XVI sirvió como foso y más adelante, cuando la ciudad de Amsterdam estaba en pleno crecimiento y se derribaron sus murallas medievales, el canal sirvió como frontera entre la antigua y la nueva Amsterdam. En un principio fue utilizado para transportar mercancía por la ciudad, pero con el tiempo eso cambió, y actualmente es utilizado como zona residencial y se encuentra rodeado por preciosas y lujosas casas .

Ya llegando al punto donde el Singel se encuentra con el río Amstel, la Munttoren (torre de la moneda) domina la Muntplein. Esta torre formaba parte de las murallas medievales de la ciudad y durante un tiempo se acuñaron monedas en ella, de ahí su nombre.

Para finalizar el día, llegamos al Mercado de Flores, donde tenía previsto hacer una compra que, no fue lo que pensaba realmente, pero creo que constituye una de mis últimas adquisiciones de este viaje y está destinada al padre de mis adorados nietitos… y que espero que le guste!!