Monday 18 April 2011

Domingo 17-4 * Beemster - Cumple de Opa Boot






Hoy, día verdaderamente magnífico. El sol brilla desde la mañana. ¿No pudo recibirme este tiempo para permitir que me aclimatara y luego, si quería, hacer todo el frío que se le ocurriera? Pero no…, ahora tengo el frío acumulado y me cuesta pensar en sacarme el abrigo. Continúo con camiseta de mangas largas y 1 ó 2 pullovers.

El paseo de hoy fue muy especial. Me dijeron que iríamos al festejo del cumpleaños de “Opa Boot” (el abuelo de Onno). Allá fuimos, hacia la derecha… Bastante cerca de aquí.

Entramos, me presentaron a un montón de familiares: padre, novia del padre, tíos, primos, sobrinos, cuñados y otros parientes. Nos indicaron (a Leti y a mi) que nos sentáramos a la mesa y nos sirviéramos torta. Había varios tipos de torta pero… nada para beber… Leti tampoco es demasiado experta en estos acontecimientos, de modo que buscaba con la mirada dónde encontrar café (yo deseaba un poco de jugo o agua o ALGO LÍQUIDO, PLEASE!!!). Le explicaron que el café se había terminado (porque el agasajo era a las 11 y nosotros llegamos pasadas las 12).

Ya era raro el tema de comer torta (riquísima)… No se veía nada más en las cercanías. De modo que yo pensé que como habíamos sido los últimos, con el café se habría terminado “la mesa salada”. Aquí, no solamente muy pocos hablaban inglés, sino que aparentemente el holandés era con un poco de modismos, como hablamos nosotros el “porteño”, de tal manera que a Leti también le costaba un poco comprender y se guiaba por su instinto cuando le preguntaban algo.

Los minutos pasaban, y al mismo tiempo Leti y yo nos hicimos la pregunta del millón: “¿y dónde está el Opa Boot?”. ¿Y dónde suponen que estaba? Pues muerto… Se festejaba que hubiera cumplido hoy 100 años, pero ya no estaba entre nosotros…

Esta es una de las costumbres a las que uno se terminará acostumbrando, naturalmente, pero que marcan una diferencia cultural enorme. Estaban presentes todos los familiares del Opa. Es más, Onno no es verdaderamente nieto de este Opa, sino que es nietastro porque su mamá se casó en segundas nupcias con el hijo de este señor festejado.

Luego de este descubrimiento Onno me llamó para que fuera a jugar a un juego que parece ser tradicional aquí, que se llama STEENWERPEN. Consiste en poner un cubo (como el de los dados) sobre un postecito y hay que arrojar una piedra tratando de voltearlo. Cuando el dado cae, al jugador se le suman los puntos que marque el mismo, y si se hace caer sólo el dado sin voltear el postecito, el puntaje se duplica.


Paralelamente surgieron otros juegos en diferentes espacios del lugar. Leti me contó que es costumbre jugar en las reuniones. Había juegos para los chicos y para los grandes. Cada uno se enganchaba en lo que le gustara.

Un párrafo aparte para algunos miembros de esta familia, cuya altura es considerable…


En la foto están Onno, Ben (su hermano) y Gerard (esposo de su hermana).

Mientras se desarrollaban los juegos aparecieron algunas de las señoras ofreciendo picada de quesos (Mmmm) y fiambres.

A todo esto yo había localizado dónde munirme de algo líquido. Las bebidas estaban en un sector al que había que acceder tipo auto-service.

Más tarde nos invitaron a pasar a otro sector, con mesas y sillones de madera, donde sirvieron sándwiches de queso, jamón y de un arrollado apanado, como un chorizo en milanesa, pero cuyo contenido no pude descifrar. Aquí nuevamente la sed se apoderó de mi garganta, pero a todo esto ya podía abastecerme adecuadamente.

Cuando todo el agasajo terminó cruzamos la ruta y a pocos metros encontramos la granja del papá de Onno, que se dedica a criar ovejas.

Pude tener un corderito en brazos y ver los montones de lana acumulados.


2 comments:

  1. Què lindos los corderitos, y qué loca la fiesta!!!! es otro mundo, eh?

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