Jueves 31-03 * ¿Vamos al súper?

Después de desayunar y tomar la tan necesitada ducha nos fuimos con Leti al súper. Fuimos al Albert Heijn.

Es un supermercado muy lindo, estilo Jumbo, donde hay de todo lo que se puedan imaginar. Todo lindo, todo fresco.

Me llamó la atención en el sector de ropa que había bombachas grandes como para mi (cosa que no siempre encuentro allá)... Las holandesas son abundantonas...

Los precios... De lo que vi, la verdad es que estoy sorprendida... Los quesos son súper baratos. Yo no soy para nada recordadora de precios, pero como los quesos me gustan, tengo fijos los que veo en Carrefour de los quesos tipo Mar del Plata y aquí cuestan más o menos la mitad (y deben ser ricos...).

Lo que más me llamó la atención es lo siguiente:
- Leti (y todos) llevan canastos plegables donde van colocando las cosas que eligen, ya que como no se usan bolsas plásticas (para preservar el medio ambiente), cada cual lleva el canasto desde su casa.
- Al entrar, Leti pasó una tarjeta por unos registradores que habilitan para comenzar a comprar entregando un sensor de código de barras. Cada cosa que se va comprando se pasa por ese sensor, que va registrando la compra con el detalle de lo que es. Al terminar la compra se pasa por otro sensor como de terminal de cajero automático, que “vacía” el contador de compras y habilita para pagar (en el caso de Leti con la tarjeta de débito…, supongo que también se podrá comprar en efectivo…). De esta manera no hay que hacer “colas” en las cajas. En caso de no querer utilizar este servicio, por supuesto, se puede comprar como habitualmente.

El día sigue feo. En este momento no llueve, pero no hay sol. Parece que hasta el domingo continuará así, pero yo estoy súper entretenida haciendo este relato y todavía no comencé a tejer!!!

Onno está con su amigo-arreglador de casas, terminando unos arreglos de la parte posterior de la casa que había querido tener listos (un amoroso total, que quería tener todo 10 puntos antes de mi llegada...), pero este amigo se cayó del andamio y tuvo que suspender unos días. Hoy, a pesar de lo horrible del día, están trabajando a la intemperie los dos.