Tuesday 26 April 2011

Lunes 25-04 *Quinto día en París. La despedida

Es el último día de París y Onno pregunta dónde queremos ir. No hay demasiado tiempo porque a las 5 debemos entregar el departamento, pero alcanza para volver a ver algo que nos haya gustado mucho y quizás algún otro lugar.

Es así que salimos nuevamente hacia el Barrio Latino. Quería sacarle fotos a los trozos de pollo colgantes, pero creo que me olvidé de hacerlo porque no las veo.



Pero si le sacamos fotos a la fuente Saint Michel, cerca de la que estaba un grupete tocando instrumentos de viento a la gorra.



Cruzamos por el Pont Neuf y aquí creo que por primera vez comencé a sentir un poco de orientación… O sea: para dónde queda el departamento, para dónde queda la Torre, para dónde queda Les Invalides…




Porque de tanto andar en subte y cruzar los puentes, no tenía idea de si estábamos en la rivera izquierda o derecha; si la Torre estaba atrás o adelante…

Recién hoy me doy cuenta de hacia dónde tendría que ir si quisiera acercarme al Sena cuando salgo del departamento, aunque el pillo es sinuoso y podría tenderme una trampa… Recién ahora tomé conciencia de que cuando fuimos a Notre Dame estábamos en la isla…

Cruza un puente para aquí…, cruza un puente para allá…, vamos en subte para un lado…, bajamos y tomamos otro para otro lado… Los mapas de los metros son buenísimos, pero obviamente, yo me perdería sola… No tengo remedio… Son buenísimos para que los interprete otro. Yo los miro y me parece que debieran estar en la posición invertida. Menos mal que mis guías se orientan perfectamente…

De allí (saliendo del Puente Nuevo, por supuesto) fuimos a recorrer otro lindo barrio: Les Halles, donde vimos algo nuevo hasta el momento: Alquiler de bicicletas.

En realidad creo que las habíamos visto en el Barrio Latino, pero no les dimos demasiada importancia. Aquí investigamos con Leti y descubrimos que se pueden retirar por la primera media hora sin pagar. Luego, por la segunda media hora el valor es de 1 euro, por la siguiente media hora 2 euros… y así sucesivamente. Está bueno, me parece, porque permite hacer una pequeña recorrida gratis y que muchos puedan disfrutar de ese beneficio. Leti invitó a Onno a hacer una experiencia, pero no había bicicleta que diera con la altura de él…

Otra cosa interesante que vimos por lo menos en esta parte, fueron los baños públicos, que son realmente increíbles: es como una pequeña habitación metálica, que cuando el usuario sale, se cierra herméticamente y se higieniza por completo, creo que hasta las paredes; de modo que la siguiente persona que lo quiere utilizar, lo encuentra absolutamente limpio.

Luego rumbeamos hacia el Centre Pompidou, que es bien feo.



Se trata de un conjunto absolutamente moderno, con estructuras metálicas y colores vivos que dejan al descubierto todo lo que normalmente se quiere ocultar: cañerías, conductos de servicio y de calefacción, escaleras, etc.



Se encuentra entre los barrios de Les Halles y Le Marais. Aquí no había cola para entrar, pero no tuvimos ganas de hacerlo. En lugar de ello seguimos recorriendo, tomando cafecitos y sacando fotos cerca de la iglesia de San Eustaquio.




Luego pasamos por Le Marais (creo que estábamos en la orilla derecha). Este barrio debe su nombre a que fue erigido sobre lo que era un pantano. Está caracterizado por calles estrechas, cafés, elegantes mansiones, pequeñas boutiques y una población que comprende la colonia judía.



Hay muchas joyerías y un pasaje precioso lleno de flores y plantas donde también, por supuesto, lugares de comida y cafés.



Para terminar, llegamos hasta el Hotel de Ville, donde funciona actualmente el Ayuntamiento y tomamos el metro!!!







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