Friday, 22 April 2011

Jueves 21-04 *Primer día en París. Finalmente!!



Finalmente PARÍS!!!!!

Hasta ahora venía bien con mi relato, porque todo fue despacito, dándome tiempo de reflexionar y contar…, pero París fue demasiado para mi. Creo que (salvo museos que no me interesan) me llevaron a ver TODO París.

París está a 5 horas de viaje en coche (lo mismo que se tarda para llegar de Buenos Aires a Mar del Sud…).

Me gustó mucho la zona de Breda (sur de Holanda) que tiene grandes extensiones de bosque.

Tuvimos que pagar un solo peaje -en Francia- que, diferencia de Argentina, se retira el ticket al entrar a la autopista y se paga al salir, seguramente se cobrará de acuerdo a la distancia recorrida.

En el camino hacia el departamento pasamos por la impresionante iglesia de La Madeleine; la rodeamos, seguimos por la Rue Royale hasta llegar a la Place de la Concorde y, pasando por el puente homónimo, buscamos el llegar a destino.

Leti había alquilado un departamento muy cómodo, ubicado en un 7° piso de un edificio del 7° quartier, sobre la calle Amélie, en medio de TODO.

El único inconveniente que teníamos fue el ascensor, en el que la silla de ruedas casi no cabía... Tenía que subir uno de nosotros acomodándose bien apretado contra ella y presionar el botón para subir o bajar como podía, porque el espacio era mínimo:



Desde el balcón podíamos ver hacia un lado la cúpula de Les Invalides y hacia el otro la de Sacre Coeur y otras, que no reconocía.



También se veía la cúpula del Grand Palace, a la salida del Puente Alexandre III. Y desde el dormitorio y la cocina veíamos la Torre Eiffel en todo su esplendor.



Aquí debo mencionar que antes de tener esa última vista, Onno me cubrió los ojos con la mano y me hizo entrar al dormitorio para que la viera recién cuando estaba frente a ella…

La Torre enciende sus luces cerca de las 7 de la tarde y luego, cada hora, se encienden muchísimas pequeñas luces titilantes, tipo árbol de Navidad, que lo hacen increíblemente hermoso. En la parte de arriba hay reflectores que giran iluminando la noche de París.

Luego de acomodarnos salimos a hacer la primera recorrida los cuatro: Onno, Leti, mi silla de ruedas y yo. Muy cerca encontramos el famoso puente Alexandre III.



Recorrimos el Quai des Tuilleries, bajamos al muelle de donde salen los barcos de excursión. Paseamos un montón y tomamos un rico cafecito en el Jardín de las Tullerías, que une el Louvre con Plaza de la Concordia.



Cuando regresábamos para el departamento, pensando dónde encontraríamos un Carrefour para nutrir la heladera, tuvimos la agradable sorpresa de ver que había uno precisamente a la vuelta del edificio!! Y lo mejor de todo es que allí había ricotta, cosa que no se encuentra en Holanda (o por lo menos no sabemos cómo pedir...).

Otra cosa importante que descubrimos a la vuelta del edificio es la panadería con el olor maravilloso de las croissants!!! Onno, cada mañana se ocuparía de ir a comprarlas para el desayuno...



A la noche nos quedamos boquiabiertos viendo las luces de la Tour desde la ventana del departamento y, por supuesto, jugando a la canasta con Onno.

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