Estuve analizando las opciones y lo que me pareció más conveniente era poner el despertador para que sonara a la 1.30 (hora de Buenos Aires…, que aquí eran las 6.30) y esta vez salió bien!
Tomamos nuevamente la autopista que lleva para la zona de Lisse y de allí nos dirigimos a Noordwik. Esta ciudad se encuentra a más o menos 35 km de Amsterdam. En la ruta se ven campos absolutamente sembrados de flores, perfectamente ubicados en largos canteros de diferentes colores.
Es una ciudad más importante, con edificios grandes, con hoteles y comercios. En uno de esos hoteles es donde Leti hizo un curso de integración cuando comenzó a trabajar para Accenture.
Este lugar está muy cerca del mar y el lugar donde estuvimos estaba rodeado de dunas de arena. Parecía haber bastante turismo de Alemania.
En el camino tuve otra experiencia: el puente levadizo sobre la autopista, obviamente, para que pasara algún barco.
Lo que fuimos a ver es una Truck Flower Parade.
No estuve nunca, pero imagino que debe ser similar a lo que se ve en los desfiles de carnaval en las grandes ciudades, sólo que estas carrozas están armadas totalmente con flores. Es un trabajo impresionante, realmente admirable.
El armado de las carrozas fue ayer y la selección para declarar el ganador se realizó durante la noche.
Las carrozas tienen iluminación que, por supuesto, nosotros no vimos porque era de día.
Contrariamente a lo que Onno pensaba, no había demasiada gente para ver el desfile y pudimos estar cómodamente sentados en la vereda de un bar viendo pasar las carrozas.
Más tarde, cuando regresábamos, pudimos entender por qué había poca gente allí…
Más clarificante que contar lo que vimos es poner fotos de lo que tuvimos frente a los ojos: carrozas de diferentes productores, representando diferentes situaciones, tales como “Cabaret”:
“el Rey León”:
“My Fair Lady”:
“El mago de Oz":
“Cantando bajo la lluvia":
y un montón más.
Casi todas las carrozas tenían la música correspondiente a la alegoría y sobre ellas iban chicos y chicas cantando y bailando.
Hubo otra carroza con un coro de personas vestidas como soldados, tocando instrumentos musicales.
Cuando terminó el desfile fuimos a buscar el coche, que Onno había dejado en el parking de un amigo suyo. Pasamos a saludar a esa familia (Albert, Monike y unos mellizos de 8 años) que tiene una preciosa casa desde la cual se puede ver el mar.
Debo destacar aquí que hoy estrenamos mi silla de ruedas, como ensayo para la marcha a París!!!
Como sucede habitualmente, tuve que enfrentar la tiranía de Onno, que se empeña en hacerme atravesar situaciones riesgosas: quiere desbarrancarme en cuanta pendiente se nos cruza.
Hablando en serio, fue una placer “caminar” hasta el lugar más apropiado para instalarnos a ver la parade.
Y ya en el camino de regreso vimos que en la mano contraria se producía un enorme embotellamiento (tipo Panamericana). ¿Qué sucedía?, que los camiones se dirigían a Keukenhof donde desfilarían cerca del mediodía, y la gente había preferido ver la parade dentro del predio de ese parque. Tuvimos mucha suerte de haber elegido Noordwijk y tener ese lugar preferencial para verlo.
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