Ya cerca de nuestro lugar de residencia, uno de los últimos pueblitos por los que atravesamos fue Ooosthuizen.
Parece como que la paz no pudiera interrumpirse nunca aquí...
Y en el camino nos encontramos con Gerard (no el de los quesos sino el cuñado de Onno)...
Y éste no es un atardecer idílico? Fíjense que hasta escalerita para bajar al canal y darse un chapuzón tienen en estas casas...
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